viernes, 28 de diciembre de 2012

Capítulo 11: De camino a Gandía

Hoy Amanda presentía que iba a ser un buen día. La mañana pintaba bien, su madre le había traído el desayuno a la cama: tostadas untadas con miel, como a ella le gustaban. Por la noche, Raquel llamó a Amanda, quería que le acompañara a Gandia, pues su abuela recientemente había padecido un ictus. Amanda, insegura, aceptó. 

Así que, a las 12 y poco, el tren llegó a la estación y se adentraron en él.

Los asientos estaban todos ocupados, la mayoría de los viajeros llevaban más de dos maletas y parloteaban fuertemente. Amanda y Raquel tuvieron que sentarse al lado de un desconocido. Aquél, leía ''La sombra del viento'',  de Zafón. 

''Conserva tus sueños, nunca sabes cuanto te harán falta'' susurró Amanda.
 ''¿Qué?'' impugnó aquel misterioso desconocido 
''Nada, nada...'' se disculpó Amanda.

El viaje fue transcurriendo, la gente cada vez conversaba con un tono de voz más alto de lo normal. 

Quedaba aún bastante para llegar, Raquel se había quedado dormida escuchando música relajante: olas del mar, pájaros piando... Amanda no comprendía como podía dormir con tanto alboroto detrás de los auriculares.

''Las casualidades son las cicatrices del destino...'' susurró aquel desconocido.
''No hay casualidades, somos títeres de nuestra inconsciencia'' completó Amanda.
''Así que, ¿tú también te has leído esta magnífica obra de arte...'' preguntó el desconocido.
''Sí...'' se sonrojó Amanda. 
''Perdona por mis pedanterías, me llamo Alejandro, pero llámame Alex'' se disculpó Alex.
 ''Discúlpame a mí, el viaje me está resultando costoso. ''Si cierro los ojos, pienso. Y no quiero pensar, mis pensamientos asustan'' se ruborizó Amanda.
''Los pensamientos son la sombra de nuestros sentimientos'' alegó Alex.
''¿Te apasiona la literatura, verdad?'' preguntó Amanda. 
''La literatura me hace soñar, me hace ver los lados tanto agradables como incómodos de la vida. Me enseña a ser fuerte y a luchar.'' comentó Alex.
 ''Vaya... Nunca lo había pensado de ese modo...'' se sorprendió Amanda.
''Parece que ya estamos llegando...'' comentó Alex. 

''Queridos pasajeros, les informamos que en unos minutos llegaremos a la Estación de Gandia'' sonaba en el vagón.

''Raqueeel despiertá'' gritó Amanda.
''Cinco minutos más mamá...'' respondió Raquel. 
''Baja, que ya estan los regalos de reyes'' dijo Amanda.

Rápidamente, los ojos de Raquel se abrieron. Le costó asimilar que ya habían llegado a la estación.

'' Bueno... Ha sido un placer conocerte, pero tenemos que bajar en esta parada. Ojalá nos volvamos a ver...'' se disculpó Amanda y se marchó con Raquel. 
''No te preocupes, nos volveremos a encontrar'' pronunció Alex, pero ya era demasiado tarde, Amanda y Raquel habían desaparecido.Y él, él tenía que volver a su casa, sus padres le estaban esperando para comer.

2 comentarios:

  1. Claudia Bordanova Trujillo28 de diciembre de 2012, 21:38

    Jope maria cuanta frase sentimental, quiero saber como es alex un beset :)

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